lunes, 24 de agosto de 2009

A LA FLAUTA!!!

Terriblemente cursi la entrada anterior. El romance no es lo mío.

Les dejo algo un poco más a tono.

El señor Dopl llega al infierno.

I

Vacío, sin maletas ni cuaderno,
Perdido entre turbas que descienden
El señor Dopl, otrora valiente,
Va en silencio hacia el Averno.

Camina despacio titubeando
Paladeando con fervor lo que se escapa
Entre un desfile de oro, anillos y capas
Que se aleja galopando

Ya sin vida, mas no inconciente
Ya sin aliento, mas no indignado,
Sigue paseando asustado,
Entre los gritos de los yacientes.
¿Oh señor Dopl que cosas te han llevado,
al Solar del Prepotente?

II

“Tuve, vivo, entre mis manos,
La paz que da una falsa senda recta,
La conciencia, siempre parecióme perfecta,
La nada es el sabor de mis años.

Si con veneno mi alma entera,
Se supo ensombrecer y así perderme
Un basilisco, inocente, al lamerme,
Eterna hizo mi noche postrera.

¿Quién nunca ha dudado,
Sobre las cosas que se sienten?
El pecado nunca miente,
Siempre arremete a lo buscado.
¿Es mi falta suficiente,
por ojo de un niño verse condenado?”

III

El señor Dopl llega así a la sombra,
Dónde le espera legendario tormento,
Más apelará en un último momento,
Alegando al que nunca en Dite se nombra:

¿Tu olvidas que este impedimento,
Fue moldeado en mí por tu norma?

martes, 18 de agosto de 2009

Ícaro

Lo familiar se me volvió peso muerto y lo que no tenía relevancia se tornó imborrable. La enredadera que formaban tus piernas junto con mi pie, emitiendo el siseo que sigue al deslizar la piel contra la piel.

El calor, acorralado por un universo frío en comparación, un hielo flotando en el mejor de los licores. Tu voz arrastrada y la franqueza en tu hablar.

Todo se me vuelve mucho más pesado. Y, entonces estoy contento de estar triste y abrumado por lo insignificante. Y sueño que te espero mientras llueve y juego a encontrarte debajo de todas las otras que son vos. Me imagino perpetuando silencios y permitiéndonos un lapsus.

El olor de tu pelo y el momento en el que supe que te amaba. El calambre en el pecho y el asombro. Vivir siempre al borde de las lágrimas y al borde de las risas. Perderme en paranoias sin sentido porque no tiene sentido que me quieras.

Soñar que no vienen a despertarme y que podemos vivir juntos, aunque sabemos que no podemos y los dos miremos a otro lado. Irse despojando del prejuicio como de una venda y dejarme llevar y asustarme como nunca y tenerte miedo y tener miedo de que me despierten, de que nos desenreden, de tener que volver. Porque yo he visto al sol cara a cara y todo es poco brillante en comparación.