lunes, 16 de julio de 2007

Las presentaciones de rigor

"Bueno antes q nada debemos presentarnos para quién no nos conoce...

Yo soy el chicho. Mucho gusto.

El es Fulgencio, mi enano matero.

Nos conocemos desde hace.... cuánto?" le pregunto a Fulgencio...

El me mira con su cara de compadrito y me dice: "Hace masomenos 2 horas, acordate que nací de una charla en el msn"

"A claro....."

"Fulgencio nació de una conversación en msn. Cuando menos me lo esperaba, brotó literalmente de la pantalla. Pego un salto, se acomodó la boina bordó y me dijo: Dulce o amargo?

Debo reconocer, que si bien me sorprendió verlo, me acostumbré pronto a sus mates con yuyos y a su filosofía. Según el mismo comenta, hace tanto que nació que ya no se acuerda cuántos años tiene, ni dónde nació. Yo sostengo entonces que es inmortal. Si no sabés cuántos años tenés, podes tener 5 o 500, ergo sos inmortal.

Fulgencio niega con la cabeza. Parece que se ha acostumbrado a contradecirme. "Negro" me dice, "inmortal no soy. Gracias a Dios!. Lo que pasa es que he vivido tanto, que ya las cosas no me duelen. Lo único que tengo son recuerdos del dolor."

No creo que sea así, uno cuando recuerda generalmente vuelve a vivir lo que vivió. Le vuelve a doler esa cachetada, vuelve a gozar de ese gol o a ponerse colorado por ese beso.
Varias veces me he descubierto, observando gente que se rie sola o que enrojece sin razón aparente. ¿Qué historias recordaran en sus mentes? ¿Cómo es posible que Dios permita que esas historias se pierdan?

Yo creo que el cielo es una gran biblioteca, donde al llegar, un arcángel con lentes nos da una copia de la historia de nuestra vida. Entonces nos ponemos a releer nuestras torpezas, nuestras cobardías y nuestras valentías inesperadas. Cuando terminamos de leer, comprendemos porque pasó cada cosa, y observamos el hilo invisible que nos llevó a ser lo que somos. O lo que fuimos mejor dicho.

Entramos a la eternidad releyendo nuestra vida y arrojándola al fuego.  ¿Para qué conservar esas intrigas sin sentido? El Arcángel sacará entonces un nuevo libro y comenzará a escribir una nueva historia.

Pero no quiero apesadumbrar a Fulgencio con mis delirios de trascendencia. Prefiero creer, sin embargo, 
que algun día leeré en un libro celestial, su criollo saludo: Dulce o amargo?

2 comentarios:

Harry dijo...

acabo de agregar, en un acto de admiración, su blog en la carpeta de favoritos de Harry.-

y permitame discentir con ud en una cosita: yo no creo q en toda remembranza uno vuelva a vivir con la misma intensidad lo vivido.- Yo creo q a uno el tiempo la va gastando de a poquito, suave y despacito, y las cosas se siguen recordando, pero con otro gusto, otro sabro, otro valor.- Alguno puede pensar "che, pero q vision mas pesimista, desencantada"; y yo diré q puede ser, pero creo q ahi, el q nos puso en este mundo, o la pura casualidad, fue muy sabia.- Uno con muchos años encima, ya no se va a emperrar en aferrarse a la vida como ahora, en berretín de juventud.-
O será q es una vision q calma un poco este fuego q me consume? Ah, pues no lo se... por q no le preguntas a Fulgencio a ver si tiene idea, che...

Abrazos Chicho, lo estare leyendo.. . no se amodorre y escriba seguido.

Anónimo dijo...

ya te lo dije, pero te lo repito...

que lindo que escribís, matías!!

mis saludos a Fulgencio... (aunque yo lo pensaría dos veces antes de aceptarle un mate...)

=P


besos!