jueves, 24 de julio de 2008

Para leer en el velorio

Mientras enterramos mi dignidad, dejo un cuentito corto; casi una especulación.

Los Chusmas

-¿Están inquietos los muchachos hoy no?
-La verdad que sí ¡Mirá a Méndez! Ese loco nos va a complicar todo. Méndez ¿a dónde vas?
-Dejalo. Hace mucho que la familia no lo viene a ver... Mira como quedó Ludueña, tapado de barro ¡Otra vez jugando a que es Napoleón!
-No juega, se lo cree en serio. Peor está Martines. ¿Te enteraste de que sigue en la enfermería?
-No me enteré pero lo suponía. ¡Con el golpazo que se dio! ¿También a quién se le ocurre creer que es superman? Terrible, decí que no llegó a la terraza sino no cuenta el cuento.
-Sí la verdad. Encima creerse Superman esta muy trillado. Che, ¿viste a Norita hoy?
-No, ¿por qué?
-Por qué estaba otra vez hablando con ese duende que le dice que incendie cosas. Esta muy mal la piba. No sé qué va a Decir el Doctor Manuel cuando se entere.
-¿Qué te creés que va a decir? Nada como siempre, la verdad que le da mucha libertad a los pacientes del pabellón, sobre todo a Norita. Para mí que se traen algo juntos. A la noche tipo 12, cuando termina de gritar el gallego, la siento cuchichear con alguien.
-¡Cómo grita ese gallego por favor! No deja dormir a nadie. Lo odian en el pabellón. Encima se cree que es Rodrigo de Triana, se la pasa diciendo: ¡Tierra a la vista! Es un loco simpático ¿o no?
-Sí; ¡ja ja ja!
-Bueno viejo te voy dejando, ¿nos vemos después?
-Claro
- ¡Hasta luego Batman!
-¡Que le vaya bien Churchill!


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